Imaginemos que vivimos en un mundo en el que vamos al supermercado y solo hay un producto bajo un nombre genérico que lo describe para cada producto que queremos comprar. Pan, agua mineral, refresco, papel higiénico, etc.
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La importancia de la imagen de marca
No habría logotipos que determinan que unas galletas de chocolate nos gustan más que otras, solo había unas cajas en la estantería de las galletas que se llamarian “galletas de chocolate” y serian las únicas que podríamos comprar. Sin Chips Ahoy, Príncipe, Oreo, solo distintas galletas de chocolate, unas rellenas, otras con pepitas, pero sin estar amparadas bajo el nombre de una marca. ¿Sería de lo más extraño verdad?
La realidad es que cada día nos rodean miles de marcas, y lo tenemos tan asimilado, que un mundo en el que estas fueran eliminadas sería muy difícil de procesar.
Para imaginarnos un mundo en el que prescindimos de marcas, primero vamos a buscar que es exactamente una marca, y vamos a valorar si el mundo sería mejor, peor o igual si estas desaparecieran.


Un ejercicio de Brand Content engloba nuestra imagen de forma global.
Según la Asociación Americana de Marketing, marca es un nombre, un término, una señal, un símbolo, un diseño, o una combinación de alguno de ellos que identifica productos y servicios de una empresa y los diferencia de los competidores.
Según esta definición, ni siquiera las marcas blancas de cada supermercado cuentan como “marca genérica”, porque, como dice su propio nombre, son marcas en sí mismas… deliplus, es una marca. Tiene un nombre y un logotipo bajo el que engloba sus productos. Entonces podríamos decir que una marca es eso, un nombre y una imagen visual, normalmente un logotipo, bajo el cual quedan amparados ciertos productos, Gillette, son cuchillas, Bimbo es pan etc.
Pero salgamos del supermercado, imaginemos que no hay distintas marcas de coches, solo coches, ¿cuál comprarías? ¿por dónde empiezas a buscar? no podríamos tener una idea preconcebida de alguien según el modelo de coche que conduce, no sabríamos si es un seat o un ferrari…
Las marcas se centran y representan a un público, un estilo de vida, y nos sentimos atraídos por los ideales que cada una vende.


Surgen de forma orgánica y natural, para decantarnos por gustos o preferencias, un mundo sin marcas, aunque en muchos sentidos sería más simple y menos superficial sería demasiado genérico, y no conseguiría satisfacer a todo el mundo.
Además ofrecen competencia, lo cual hace a las marcas querer mejorar siempre, ofrece opciones y variedad, favorecen la oferta y la demanda y al centrarse en un público concreto, consiguen satisfacer mejor las necesidades del mismo, por ejemplo no son iguales los productos de adultos, que de niños, en cosas tan sencillas como el champú, o la pasta de dientes. Aunque también es cierto que hay que tener cuidado con estos cismas que pueden abrir entre nosotros, entre hombres y mujeres o entre clases sociales. Ahí es donde es importante la responsabilidad de las marcas para con los consumidores.


Las marcas añaden valor, significado y disfrute a cada actividad, con sus claims, como Nike, “Just do it” nos da motivación y carisma. En un mundo sin ellas se perdería mucha variedad, personalidad y placer en nuestro día a día, pero es vital que estas marcas sean respetuosas con nosotros, que no nos invadan, nos controlen y se aprovechen de nosotros, simplemente nos ayuden en las experiencias para la cuales las elegimos.
Y tu, ¿querrías vivir en un mundo sin marcas? Recuerda nuestro servicio de creatividad